Identificación del
Documento.
Título: La relación
cerebro-conducta ¿Hacia una nueva dualidad?
Autor:
Jairo Tamayo.
Editorial: International journal of psychology and psychological
therapy Vol. 9.
Fecha de Publicación: Junio
2009
Palabras claves:
Biológico, psicológico, conducta, ambiente, cerebro.
Descripción del documento
Este
documento se basa principalmente en nuevas formas de dualidad (mente-conducta;
cerebro-conducta; biológico-psicológico), esta ha sido una temática con
distintas posturas, que se han tornado en una discusión de nunca acabar. En el
caso de la relación entre el cerebro y la conducta las posturas adoptadas han
estado divididas por los distintos teóricos en aceptación, rechazo y en algunos
otros que plantean que los niveles de análisis se complementan, a partir de
esto es como se han establecido dos sistemas de relaciones funcionales, en un
caso, con base en las estructuras y relaciones biológicas y en otro con la
conducta observable que se basa en las variables ambientales controladoras (Tamayo,
2009).
Jairo
Tamayo plantea en este documento una crítica hacia la relación cerebro-conducta
ya que la considera una dualidad lógicamente incorrecta, sostiene que ambos sistemas se encuentran
naturalmente conectados y poseen la necesidad de complementariedad para integrar
al ser humano. Teniendo en cuenta que lo biológico funciona como elemento
disposicional posibilitador de las interacciones psicológicas, y resulta
necesario para el desarrollo de la conducta. A pesar de esto consideraba difícil
establecer los límites entre los diversos procesos mentales, ya que si se
entiende que los procesos básicos sensoriales y motores tienen correlación
directa con el cerebro, resulta complejo afirmar que lo mismo ocurra con los
procesos superiores tales como resolución de problemas o toma de decisiones,
cuestionando la relación cerebro-conducta. Posteriormente (Thompson, 2005
citado por Tamayo 2009) planteo la existencia de sistemas y subsistemas
biológicos que se organizan funcionalmente en términos de determinados
fenómenos conductuales que actúan como correlatos del comportamiento de los
organismos. Luego a partir de nuevas evidencias en las neurociencias se han desarrollado
argumentos que afirman que existe una relación entre los mecanismos cerebrales
y la conducta observable. Las irregularidades genéticas, las lesiones
cerebrales y el déficit en la producción de neurotransmisores conllevan a pobres
conexiones neuronales que desencadenan o favorecen el desarrollo de
comportamientos desadaptativos de los organismos. En este sentido se establecen
relaciones entre genes, funciones, estructura cerebral y comportamiento.
(Thompson, 2005 citado por Tamayo 2009). En última instancia la afirmación de
Thompson y los avances en neurociencias
funcionaria como argumentos clave para afirmar la relación entre el cerebro y
la conducta.
(Skinner,
1938 Citado por Tamayo, 2009), rechazó en principio todas aquellas
explicaciones que utilizaban constructos hipotéticos dentro de su cuerpo
conceptual, ya que no eran verificables utilizando la tecnología disponible
para la época. Esta afirmación es utilizada hoy en día como argumento a favor
de las posiciones centradas en el estudio de los procesos cerebrales.
En
la actualidad a través de la tecnología se han desarrollado técnicas e
instrumentos de medición que constituyen la evidencia que permite establecer un
nuevo nivel de estudio enfocado en el análisis profundo del tipo de ventajas
que surgen al utilizar los aportes derivados de las neurociencias en búsqueda
de una mejor comprensión de los fenómenos psicológicos que a su vez actúan
complementariamente al estudio de las relaciones ambiente-conducta. Skinner
argumentaba su posición en que la fisiología, bioquímica y anatomía aportaban poco a la compresión del comportamiento de los
organismos, la cual se complementaba con el estudio de las variables
ambientales de las cuales eran función.
La
visión contemporánea que busca igualar los procesos mentales con los procesos
cerebrales no es otra cosa que la materialización de la mente en el cerebro, lo
cual, en sus términos, constituye simplemente un remplazo del dualismo
tradicional (Hayes y Brownstein 1986 citado por Tamayo 2009).
(Uttal
2004 Citado por Tamayo, 2009) afirma: “que por la complejidad del cerebro, no
es posible llevar a cabo un análisis en unidades funcionales independientes,
aislar los componentes y estudiarlos por separado, teniendo en cuenta que la
mayoría de los procesos comparten la activación de regiones generales.” (p,
292).
Juicio Crítico.
Teniendo
en cuenta el planteamiento del autor, se puede considerar que su postura acerca
del dualismo (biológico-psicológico) el cual consideraba incorrecto, restaría
importancia al fundamental papel que cumple el del factor biológico en el
comportamiento, aunque justifica su punto afirmando que el campo de acción de
la psicología no incluye lo biológico y que al hacerlo se estaría disminuyendo
la importancia del factor psicológico, resulta evidente que cada factor
proporciona un importante aporte en el desarrollo de las capacidades del ser
humano al momento de adaptarse a su entorno, y que así mismo podría aportar
argumentos a los estudios psicológicos. En la opinión crítica concluida a
partir de este documento se puede argumentar que sin las facultades biológicas
del cerebro, las capacidades cognitivas correspondientes a los procesos
psicológicos resultarían imposibles de llevar a cabo, basándose en que el
sistema nervioso central funciona como un sistema integrado por las estructuras
cerebrales, quien finalmente dirige y controla nuestro organismo. (Thompson
2007citado por Tamayo 2009) afirmaba que en muchos casos se puede hablar solo
de factores disposiciones que ejercen cierta influencia sobre el comportamiento
de los organismos, mientras que en otros casos, cuando hay un marcado déficits
genético o una considerable lesión cerebral, se puede hablar evidentemente de
factores causales. Se entiende que el factor biológico no puede ser considerado
como un factor secundario que antecede los procesos mentales que funcionan en
el factor psicológico, ya que al existir una alteración en las estructuras, es
imposible que el ser humano pueda desarrollarse en su esplendor. Actualmente
con el paso de los años y el desarrollo de la ciencia se han aumentado el
número de investigaciones y teorías tanto sobre las estructuras cerebrales, como
sobre los procesos psicológicos que podrían aportar evidencias para argumentar
muchos de los planteamientos del autor. Es importante puntualizar que la
finalidad del documento y del autor no es dejar de lado ninguno de los
factores, simplemente en su forma de expresar su teoría sobre la influencia de
cada uno de ellos, omitió la posibilidad de que un deterioró biológico no
permitiera desarrollar las capacidades mentales en su esplendor, y por lo tanto
lo psicológico no necesariamente podría ir más allá de lo biológico.
Metodología.
Se emplea una
metodología explicativa, esta metodología se
caracteriza por comprender distintos conjuntos de
definiciones y teorías relacionadas entre sí, de una manera dinámica,
sistemática y organizada que interfieren con el fenómeno estudiado. Como se puede observar en el
documento referenciado, se basan en los postulados teóricos de
diferentes autores a lo largo de un periodo de tiempo, con el fin
de confirmar y explicar el objeto
de su investigación, tratando de demostrar la importancia de
considerar el nivel de análisis psicológico (en el cual incluye componentes
biológicos), como el único nivel capaz de justificar y
explicar las causas de la conducta de uno organismo. El autor no se oponen ante la
consideración de lo biológico como factor
influyente en la conducta humana, ya que este proporcionas las estructuras
fisiológicas y sin estas no existiera dicha conducta, sino que establece la mala
interpretación que se le da a la relación que existe entre lo biológico y lo
psicológicos.
Conclusión
Muchos
de los temas relacionados con el comportamiento humano, que hacen parte del
centro de interés de la psicología actual, han sido discutidos desde hace mucho
tiempo por distintos teóricos que han recolectado argumentos para apoyar cada
uno de sus postulados, desde ese entonces la discusión sobre el dualismo
biológico-psicológico sigue estando presente en la actualidad. De una u otra
forma aunque cada uno de los teóricos se incline hacia una corriente específica
en cuanto al dualismo cerebro-conducta, los resultados terminan siendo
similares, se resalta que son factores independientes, pero que siempre están
en constante conexión y ninguno de los dos de forma independiente puede
funcionar como explicación causal del comportamiento. Finalmente a partir del
desarrollo de la tecnología y gracias a las técnicas implementadas en la
neurociencia y en el campo de la tecnología médica se han podido obtener nuevas
evidencias que confirmen muchos de los postulados de las teorías aquí
planteadas, que incluso han pasado de ser simples hipótesis, a realidades
pertenecientes a la ciencia moderna.
Referencias
Tamayo,
J. (2009). La relación cerebro-conducta ¿hacia una nueva dualidad? International Journal of Psychology and Psychological
Therapy, 9(2) 285-293. Recuperado
de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=56012878010
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